Hace casi siete años, alquilé un juego que no me llamaba mucho la atención, pero por alguna razón tenía algo de curiosidad por ver si era mejor de lo que aparentaba, se llamaba Demon's Souls, y os seré sincero, en un principio no me gustó mucho. Me parecía tosco, difícil y en ocasiones bastante injusto contra el jugador. Al final me empezó a gustar, pero como he dicho, solo lo alquilé y no lo volví a jugar jamás.
Años después me arrepiento de no haberlo exprimido hasta la saciedad, porque me pasó exactamente lo contrario con Dark Souls, sabía que tenía que probarlo, además... la comunidad de jugadores estaba como loca en los foros diciendo que era una joya que no había sido descubierta. Y sí, Dark Souls no lo petó tanto de primeras, de hecho fue un juego que no apareció por Youtube hasta que se volvió "popular". Era un juego japonés, la industria del videojuego en el país nipón estaba de capa caída en occidente y no llamó la atención, pero era más profundo de lo que se pensaba.
Ya no solo por su jugabilidad simple, pero a la vez, adictiva y muy desafiante. Si no por su diseño de niveles, sus míticos personajes, la banda sonora, batallas contra jefes inolvidables. Dark Souls se ha instaurado como uno de los mejores juegos de la historia y no es de extrañar. La historia que hay detrás es oscura y muy llamativa, y aunque no de grandes sorpresas, es muy gratificante poder ir descubriendo detalles del mundo a base de observar las zonas, leer las descripciones de los objetos, e incluso lo que te dicen algunos personajes.
Pero voy a ser más claro que el agua, el lore de Dark Souls se queda en la primera entrega. Dark Souls 2 está bien, mantiene la fórmula y añade algunas mecánicas nuevas a la jugabilidad, tiene algunos jefes que pasarán a la memoria, pero no está a la altura de su primera entrega en ninguno de sus aspectos, de hecho ni siquiera está dirigido por Miyazaki.
Y luego llegó Dark Souls 3. Miyazaki está cansado de lo mismo y se nota muchísimo, no aporta nada nuevo interesante a lo que hay detrás de cada muerte. Hidetaka es un hombre que se nota que disfruta contando una historia a trozos y que nos calentemos la cabeza para descifrar el verdadero misterio que hay detrás de todo. Esta tercera parte es muchísimo mejor que la segunda, de eso no hay ninguna duda, mejores jefes, mejor música, mejor jugabilidad... coño si incluso aporta cosas nuevas al lore... pero no son interesantes. La historia de Dark Souls se podría haber quedado en la primera entrega, porque Dark Souls 3 es exactamente lo mismo que esta primera parte, en cuanto a lore se refiere, pero con unos nombres cambiados y añadiendo a los antiguos personajes como leyendas que una vez pisaron la tierra.
Miyazaki adora lo nuevo, se incorporó en el desarrollo de Demon's Souls a medias y aportó muchas cosas maravillosas. Dark Souls fue el título en el que pudo soltar toda su creatividad, aunque, como el mismo dice: "Cometió el error de estirar algo que no era necesario de estirar".
Y entonces, justo antes de Dark Souls 3... llegó la maravilla de Miyazaki: Bloodborne.
Nueva historia, nuevos lugares, nueva jugabilidad... pero la esencia de Demon's Souls. Miyazaki tenía ganas de este proyecto, y se nota con creces en el resultado final. Vayamos por partes, y os explicaré porque me gusta incluso más que el primer Dark Souls.
El comienzo de Bloodborne es impactante, confuso y muy llamativo. La transfusión de sangre que sufres al principio te hace ver cosas de pesadilla, seres sacados de lo más hondo del inframundo... pero la pesadilla es real. Es justo cuando empiezas y Miyazaki ya te planta la semilla de la duda, en tan solo los primeros minutos. ¿Por qué esa transfusión? ¿Por qué estas bestias están sueltas? ¿Por qué está todo hecho un desastre?
Incluso el mismo personaje que te da la bienvenida al mundo de Bloodborne está siendo devorado por la primera bestia que te encuentras. El juego te lo deja claro aunque seas un veterano de la saga Souls: Este mundo es nuevo para ti, y no habrá piedad.
La atmósfera es totalmente diferente a lo que conocemos, nos encontramos en medio de Yharnam. Una ciudad que parece de una arquitectura imposible, los edificios de aspecto gótico se echan encima de ti, en la lejanía se ven edificios que parece que emanan de la tierra y se elevan para la vista del jugador, es una sensación indescriptible que solo se siente al verlo por primera vez. Pero el juego no comete el error de mantener el mismo ambiente durante todo el trayecto: bosques, castillos, y lugares imposibles están esperando la llegada del incauto cazador, y es una maravilla sufrirlo.
Pero hay algo que me vuelve loco en Bloodborne. Dark Souls tiene un fallo, eres un simple hueco que llega de la nada y tienes que salvar el día, te intentan meter en un mundo oscuro y devastador, pero sin embargo en el primer momento ya te aseguran de que un cualquiera como tú, tiene el poder de decidir sobre el futuro del mundo. En Bloodborne no, solo sabes que eres un cazador atrapado en una pesadilla, y que como tú, hay muchos, no eres especial, no eres nadie, tu misión es escapar de esta horrible pesadilla, nadie necesita que salves el mundo, solo tienes que salvarte a ti mismo.
El juego guarda sorpresas, la historia no está tan oculta, incluso hay un par de giros en la historia que te harán reflexionar durante mucho... mucho tiempo. Todo tiene sentido, todo tiene un porqué y eso me encanta. Hay una cosa de este juego que jamás voy a olvidar:
Pequeños spoilers a partir de aquí
Hay un momento en la primera zona de Yharnam donde te encuentras con una pobre niña que te dice que no sabe donde están sus padres, y que necesita la ayuda de alguien como tú, ya que se siente muy sola y quiere saber donde está su madre. La niña te otorga una caja de música, donde se puede leer el nombre de Gascoigne, al principio no sabes que hacer con este objeto así que lo único que puedes hacer es guardarlo y avanzar. Llega un momento donde te encuentras con un pobre hombre que tiene la maldición de la sangre, ha perdido el control y pronto será una bestia, al verte lo único que hace es intentar acabar con tu miserable existencia. Pronto te das cuenta de que él es el Padre Gascoigne, el padre de la niña, y en medio del combate puedes activar la caja de música, haciendo que Gascoigne se retuerza de dolor, agarrándose la cabeza, intentando resistir a la maldición... pero ya es demasiado tarde. Cuando acabas con él, descubrirás un cadáver cerca, el de la madre de la niña. Si decides ir a contárselo a la niña, ella simplemente se pondrá a llorar y no dirá nada más... a no ser que vuelvas más adelante. Si lo haces escucharás a otra niña más adulta, diciéndote que su hermana (la que te dio la caja) se había perdido. Si investigas un poco, al matar a un cerdo gigante, te dará el lazo de una niña, empapado en sangre, Cuando se lo das a la muchacha, ella solo lamenta lo ocurrido... pero cuando te alejas del lugar, empiezas a escuchar a la muchacha reírse, y a celebrar que el lazo ahora era suyo. Poco después, si vuelves, verás a la muchacha muerta, se había suicidado, con el lazo de su hermana puesto. Una horrible pesadilla.
Fin de spoiler
Hay muchas cosas que lo hacen un juego especial y único, como cambia todo conforme avanzas, tu forma de ver el mundo en el que se desarrolla cambia por completo. Personajes más profundos de lo que te creías en un primer momento. Y lo más importante de todo al ser un juego, el desafío aumenta hasta el último combate, ya que no solo el juego crece y cambia conforme avanzas, tú lo haces con él.
Miyazaki ha contado muchas veces que es un gran fan de las obras de Lovecraft y se nota su influencia en Bloodborne de forma abrumadora. Cuenta que cuando era pequeño, no sabía mucho inglés y que solo entendía alguna palabras, así que él se hacía a la idea de la historia con lo poco que entendía y las imágenes que veía. Bloodborne es la viva imagen de esto, y es que si no prestas atención te puedes perder una historia increíble y muy profunda. Si estás atento a esto, puedes deducir como conseguir incluso el final verdadero, y creedme, es una sensación muy satisfactoria. Ya no solo te brinda la opción de superar combates épicos e increíbles. te dan la opción de descubrir lo que cimienta todo.
No lo he dicho, pero Bloodborne es muy divertido de jugar, el combate rápido me parece más divertido que el de Dark Souls, más de instinto que de paciencia. La armas, aunque escasas son completamente diferentes unas de otras y muy divertidas de usar por los combos que te ofrecen. Cada jefe es diferente, la mayoría son muy impredecibles y te ponen a prueba hasta que sueltan su última gota de sangre.
Me parece un juego redondo, y prácticamente perfecto en todo, además de involucrarse más en lo que hacía enorme a Dark Souls, la historia que hay detrás de todo, te quita la sensación de ser uno más matando bichos sin parar para llegar al final, y te sumerge en su mundo de pesadilla.
Creo que no tengo nada más que decir sobre este juego, solo que lo recomiendo a todo el mundo, junto a su expansión "The Old Hunters" que mantiene la esencia en todo su esplendor y enriqueciendo mucho más el juego base. Ya comenté de refilón este título en la entrada de "La música en los videojuegos", pero tengo que volver a decirlo, la música de este Bloodborne te pone los pelos de punta, haciendo que las batallas contra los jefes sean de lo más épico que he visto en un juego de este calibre.
Os dejo con una de las canciones que más me gustan del juego, de paso os pregunto: ¿Os gustó tanto Bloodborne como a mí o preferís Dark Souls? ¿Que opináis de Miyazaki y lo que hizo con este título? ¿Creéis que al arrepentirse de estirar Dark Souls, no habrá segunda parte de Bloodborne? Yo lo dejo claro, si hace una segunda parte de Bloodborne seré el primero en reservarlo, y si es capaz de igualar la primera parte, se convertirá en mi director de videojuegos favoritos, pero además por goleada.
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